Palotero

Los palos hicieron que La Sinfónica tenga que transpirar de más para lograr un triunfo clave en su lucha por el campeonato. En un partidazo y a poco del final, le ganó 4 a 3 a Pelotero tras una polémica jugada y vuelve a la pelea por la punta después de dos derrotas consecutivas.

"Es un partido visagra" había dicho Facundo March durante la semana. "Es ahora o nunca" fueron las palabras elegidas por Guillermo Casal tras el entrenamiento del viernes. Así sentía el plantel de La Sinfónica el partido de este sábado frente a Pelotero, tras sufrir dos derrotas consecutivas y por sobre todo haber perdido ese juego vistoso que lo había llevado a la punta. Los jugadores sabían que se jugaban mucho y que el margen de error era nulo. Por ello el objetivo era ir a buscar el triunfo desde el arranque. Se los vió llegar muy concentrados. Alrededor de las 11.00 arribaron a Garín, alguno de ellos acompañados por sus parejas. Se sabe, el apoyo de los más queridos es importante en este tipo de partidos. Ninguno quizo hacer declaraciones previas, reflejando un cierto nerviosismo. El único que tuvo contacto con los players fue Fabio, uno de los utileros del club quien hoy sí logró reunir el juego de camisetas titulares tradicionales. Nada de remeras negras. Había clima de partido clave y se lo sentía en el aire. Entre los convocados aparecía Víctor March, hermano de Facundo y una de las joyitas del club en inferiores y en el que apuestan las esperanzas para los próximos años. No era la idea hacerlo debutar tan abruptamente, pero una recaída de César Fernández en su adicción durante la madrugada del sábado, obligó al técnico Adolfo a convocarlo de urgencia.
El compromiso y la concentración se notó desde el primer minuto. O mejor dicho, desde los 20 segundos de partido cuando Fede Canteli se transformó en el autor del gol más rápido en la historia del club. Un golazo por donde se lo mire. Ningún rival pudo tocar la pelota, salvo para ir a buscarla adentro del arco para sacar del medio. Del saque inicial, la pelota la tomó Tomás Pérez Bacchi, quien se la dejó a Casal. Éste descargó con Fede Canteli, quien tras aguantar la pelota frente a un rival, abrió el juego hacia la izquierda donde Guille Vaccaro aparecía sin marca. Vaccaro levantó la cabeza y la cruzó de nuevo hacia la derecha con un pelotazo a lo Juan Sebastián Verón en sus mejores tiempos, colocándosela en el pie a un Casal que se proyectó cual lateral brasileño, desbordó, y le puso un centro a la cabeza de Canteli por sobre el arquero, el cual el goleador solo tuvo que empujarla con la frente hacia la red. Golazo y 1 a 0. La Sinfónica demostraba que estaba concentrado y que todo lo que se habló en la semana era cierto. Jugaban un partido crucial. A partir de allí se armó un buen partido. De esos de ida y vuelta y con llegadas para ambos. Los arqueros comenzaron a transformarse en personajes cruciales del partido. A los 10', Pelotero encontró el empate tras un gran tiro libre luego de una necesaria mano de Facu March cuando el rival quedaba mano a mano. Otra vez de pelota parada, La Sinfónica sufría tal como lo hizo el partido anterior frente a Tendencia. En seguida nomás, a los 22', La Sinfónica pierde la pelota en el medio y con una buena contra, Pelotero se ponía en ventaja y daba vuelta el partido. El juvenil Víctor March y Nico Quintana entraban a la cancha para tener más peso ofensivo y acompañar a Canteli en la remontada. Tras el 1-2, la respuesta del celeste fue inmediata. Saque del medio, gran jugada individual del recién ingresado Quintana y Fede Canteli definió bien ante la salida del arquero. Rápidamente La Sinfónica reaccionaba ante la adversidad, algo que siempre se le reclamó a este equipo. Luego del empate, La Sinfónica comenzó a jugar mejor. Las llegadas comenzaron a multiplicarse y todas tenían como actores principales al tridente formado por Víctor March, Nico Quintana y Fede Canteli, este último enchufadísimo y con un gran primer tiempo. Pero para paradoja de todos, el que encontró el gol fue Guille Vaccaro, otro que estaba haciendo un gran partido, y que definió con derecha al segundo palo tras un córner de Víctor March. Otra vez el celeste arriba en el marcador, algo que a esa altura merecía por su buen nivel de juego, sobre todo en los últimos metros. El descanso llegaba como un freno al buen momento celeste.
Tras el descanso, nada cambió. Los tres de arriba tenían las más claras y el cuarto gol estaba al caer. Pero para desgracia de los nuestros, se hizo presente un invitado que no estaba en los planes: los palos. Sin exagerar, contamos 5 disparos que se estrellaron en los caños y en el travesaño, tras buenas jugadas colectivas de La Sinfónica. El gol de la tranquilidad no llegaba y los nervios empezaron a ganar la partida. Los fantasmas de viejos partidos acechaban. Para colmo de males el tobillo de Canteli, quien era la figura de La Sinfónica, decía basta y lo sacaba del partido. Recordemos que el delantero de Belgrano fue duda hasta último momento por un esguince de tobillo que lo tuvo a maltraer toda la semana. Con Quintana como único delantero, La Sinfónica se replegó atrás y se paró para la contra. Aún así, siguió teniendo las chances más claras del partido, pese a que el juvenil arquero Cuito Torres sacó dos pelotas espectaculares. Arriba, los palos seguían haciendo de la suyas, llegando al colmo de que tras un mano a mano de Víctor March, la pelota pegue en el travesaño y bese la línea de cal para que sea del arquero después. No había caso, parecía que el destino quería que el celeste sufra. A 10' del final, los fantasmas dejaron de acechar y tocaron la puerta, hacíendose presentes en la fría tarde de Garín. Tras un centro pasado en el área de La Sinfónica, el lungo defensor rival apareció por detrás de manera solitaria y empataba el partido. Las caras de los nuestros mostraban la resignación de no poder cambiar la historia. Esa historia que ya la conocían de memoria y que parecía olvidada. Pero el destino está para cambiarlo y La Sinfónica lo hizo. Faltando 5', llegaría la situación cumbre de la tarde. El último capítulo de la novela mexicana de la tarde. Fue un combo de polémica y emoción. La polémica fue la supuesta mano de Guillermo Casal tras un centro que del rebote derivó en la escena emotiva con el mano a mano que Nico Quintana convirtió en el gol del triunfo tras dejar atrás al defensor rival y definir de gran manera ante la salida del arquero. Gritos de desahogo. Gritos de bronca acumulada y una especie de catársis goleadora fue lo que generó el gol de Nacalas, que en lo personal también significaba su vuelta triunfal, tras las idas y venidas por su traicionera lesión que lo tuvo alejado más de 3 meses de las canchas. Dos polémicas más tendría la tarde con Casal como protagonista. El árbitro no vió los dos agarrones en el área celeste del defensor de Floresta, dándole una clara mano a los nuestros. "¡Vaya una por tantas!", decía un vitalicio en la platea con la radio pegada a la oreja y escondido tras una añeja bufanda color caquis. Y tenía razón. La Sinfónica siempre sufrió los arbitrajes polémicos y era hora que disfrute alguno. Tras ello, el final. El tan ansiado silbatazo final que sellaba el 4 a 3 frente a un durísimo rival.
La Sinfónica volvió al ruedo tras las dudas que generaron sus dos últimos partidos con derrotas consecutivas y con peleas internas. Logró un triunfo que lo mantiene vivo en la lucha por el campeonato y que calla esas voces que molestaron a jugadores y cuerpo técnico en los últimos quince días. Se jugó bien a pesar de que se sufrió de más, no sólo por impericia propia sino también porque los palos fueron los grandes aliados del rival. La Sinfónica volvió al triunfo, volvió a jugar bien, volvió a marcar varios goles y como dijimos, volvió a la lucha. La pregunta es, ¿volvió para quedarse?. Dios quiera que sí.

La Sinfónica 4 vs Pelotero 3: el partido en números

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

La prensa le esta pasando factura a Tomas P. Bacchi?

otro anónimo dijo...

en vez de generar polemica xq no das tu identidad? es facil esconderse en el anonimato (ahi no te encuentra nadie)

fabio dijo...

bien muchachos! los felicito por la victoria! con los 30 pe que me regalaron, me chupe todo a la noche para festejar el triunfo. nos vemos el sabado

El bambino dijo...

Fernando, yo queria destacar, las buenas decisiones tomadas por el ayudante de campo de adolfo, juan anziano,espetacular fernando, se lo vio muy bien, siempre tuvimos claro que su puesto estaba muy cerca del banco de suplentes, pero despues de lo del sabado se confirmo

TUQUI dijo...

ajjaja fabio te llamas FABIAN abrazo

Anónimo dijo...

ya voy a volver...

santiafo Turienzo dijo...

negro, llevate la camarita los sabados y saca foyos nuevas...estas repitiendolas ya.

Tommy P.B dijo...

willy ya entendi que t caigo mal