La Cacha no 'ta en orden

Otros tiempos. Arusa y Cacciacane firmaban la amnistía por el bien de La Sinfo y evitar el descenso.

En medio de la organización de su partido despedida y antes de partir hacia la ciudad de Córdoba en busca de descanso, el ahora ex-arquero Oscar Arusa, lanzó sorpresivamente su candidatura para las próximas elecciones presidenciales de La Sinfónica, un puñal en la espalda del actual mandamás celeste, Don Federico Cacciacane. El otrora arquero y director técnico, ahora devenido en árbitro amateur, parece querer completar el álbum de figuritas de funciones deportivas, pues el casillero de lo dirigencial aún está vacío y buscará llenarlo el próximo enero cuando, según lo establecido en el estatuto del club, La Sinfónica deberá reelegir sus autoridades. Lo de Arusa no quedó simplemente en meros anuncios. Ni lerdo ni perezoso, a pocos días de haber abandonado la actividad, lanzó una campaña en contra de su siempre opositor Cacciacane, con quien mantuvo diferencias a lo largo de todos y cada uno de sus pasos por el club. Aprovechando la moda y masividad de las redes sociales, e imitando a los amigos de las noches domingueras en América, Arusa se lanzó con un #chaucacciacane en la red Twitter, buscando desprestigiar a la hasta ahora, única figura opositora en el horizonte del ex-arquero. Si Grondona tiene su Fantino, Cacciacane tiene a Arusa, para obstaculizar hasta límites impensados, el camino del odontólogo hacia una nueva reelección. Si bien aparecieron pintadas con la consigna "para Grondonda el paredón y para Cacciacane la reelección", hasta el momento del otro lado del ring sólo se oyen el ruido de los tornos, aunque, conociendo al uno de La Sinfo, los embates no tardarán en llegar. Venga Amigacho, ciérreme la nota: "En La Chinfo 'tan de campaña y rememorando a Alfonchin, la Cacha 'ta deshordenada".