"El más campeón"

Otro batacazo del celeste! Con un ST impecable, el campeón de la B goleó 5 a 1 a Los Gedes, último campeón de la A. Ferder, March, Fernández y dos joyitas del pibe Alonso los goles para un equipo que empieza a dar que hablar y ya genera sorpresas.

Chocaban los campeones. El de la A, el poderoso. El de la B, el humilde. El que todavía está tirando fuegos artificiales patrocinados por una famosa empresa de pirotecnia para festejar el campeonato, frente al que se conformó con dos bengalas celestes y un tres tiros adquiridos por los hermanitos Anziano en las pequeñas calles de Once. Ricky Fort de un lado, El Chavo del 8 del otro. David y Goliat. Pero qué lindo es este deporte señores! Con cuanta liviandad el fútbol, que no sabe de desigualdades, transforma en añicos las supuestas diferencias entre dos contrincantes. El fútbol, con ese aire de socialismo deportivo, desconoce de diferencias de clases, e impone la igualdad absoluta dentro del verde césped, velando por el triunfo de aquel que luche por conseguirlo. El sábado último concurrimos a una nueva contienda en la que, el a priori "débil", se alzó al poderoso con la humildad y la fortaleza espiritual como únicas armas. La Sinfónica, frente a Los Gedes demostró (una vez más) que las grandes cosas se consiguen con amor propio y sacrificio, bajo el único manto de la humildad.
De entrada, impuso su presencia. Siempre, desde el inicio mismo de la contienda se supo triunfador, irrespetuoso ante todo pergamino del rival. Tanto, que antes de que el reloj Paddle Watch de Osket Arusa marque los 10', Alejo Ferder, el muchacho de esas interminables noches de parranda, la mandó a guardar tras un centro y una gran apilada de Facundo March, guardían de las fortalezas defensivas, que dejó sus responsabilidades para invadir campo enemigo. Lo tuvo Anziano más tarde, tras gran pase de Fernández, pero entre armadura y armadura, el guerrero de Ramallo trastabilló y como ya nos tiene acostumbrados, pifió lo que hubiera sido el segundo. La pelota era del celeste, y el partido también. Firmeza y orden reinaban en el campo de La Sinfónica cuando el enemigo supo quebrar las trincheras. Agejas y March se desconcertaron ante las lanzas rivales, y tras perder las marcas dejaron en solitario al guardián máximo del celeste, Ignacio Alvarez Pizzo. Nada que hacer para el uno, que cambió sus habituales ropajes rosados por un celeste más acorde a las garras de este equipo. Uno a uno. No era injusto pero sí molesto para los nuestros que venían haciendo un gran esfuerzo. A la cancha Emilio Lúquez, el juvenil que supo luchar en otro tipo de batallas, cuando La Sinfónica deambulaba por las categorías inferiores y los objetivos eran otros. Aun así, Lúquez sabía lo que era defender esta camiseta sea en la batalla que fuere. Y así fue. Fue todo corazón y en esos 10' últimos del PT mostró pinceladas de lo que haría en el segundo.
Para comenzar la segunda mitad La Sinfónica mandó a la cancha al debutante Matías Lamarque, traído por recomendación de Lúquez, quienes se conocieron en Qatar cuando este último fue a préstamo por un año. Para que La Sinfónica sea todo humildad, qué mejor muestra que un juvenil salte al campo sin el lujo de los botines multicolores, ni pipas pintadas de fluorescente, ni 3 tiras que se esconden en finos tapones hergonómicos. Nada de eso. Con sencillas zapatillas de industria nacional, el pibe Lamarque parecía sumar a los posibles resbalones, a un rival más en el difícil partido que tendría por delante. A tragarse la lengua. Lamarque pareció andar en modernos rollers dentro del campo de juego, por su velocidad, su buena pegada y sus grandes pases, formando un tridente que se tornó fundamental para liquidar la cuestión y que se completaba con Lúquez y Fernández. Como frutilla del postre, Alonso saltaba a la cancha en reemplazo de Agejas pero ubicado como delantero central, mientras que Torres, de flojo PT, pasaba a la zaga central junto a March, donde harían un gran partido y terminarían de sellar la muralla. Tras 10' de dudas, los últimos 25' fueron puro fútbol, puras ganas. A puro convencimiento de que se podía ganar y no cabía otra posibilidad que la del triunfo. A los 23' un gran gol de Alonso, tras una buena jugada colectiva donde la tocaron casi todos y Betito empujó al gol, comenzaba a forjarse el triunfo de los nuestros. Cinco más tarde, March escuchó los gritos del banco que le aconsejaban tirar al arco. Otra vez Facundo nos regalaba un gol de pelota parada y, ahora, la tranquilidad en el resultado. Tras el 3 a 1, La Sinfónica fue por más. Faltaban dos joyitas más, y fue otra vez Alonso el encargado de despacharse con la primera. Otra vez en una gran jugada que tuvo a La Furia y a Emo como comandantes, Betito quedó mano a mano frente a la arquero, y cual Claudio Paul Caniggia pero con menos chapas, dejó tirado al uno y definió para delirio de los hinchas celestes. Cuando la batalla llegaba a su fin, La Furia Fernández no quería ser menos y con una jugada magistral que ya nos tiene acostumbrados puso el quinto y cerró la cuenta.
Silbando bajito, con los hombros alzados y las manos bien metidas en los bolsillos de un jean gastado. Así viene caminando La Sinfónica por las calles de la elite de Areia. Se pasea desfachatado por las veredas repletas de lujo y arrogancia con la tranquilidad y desparpajo con que un hippie pelilargo desfila por la Avenida Alvear. Sin mucho alarde, ni aires de divismo, La Sinfónica ya se cargó a dos pesos pesados de la categoría y con dos grandes goleadas, siendo en ambas claramente superior al rival. ¿Es para ilusionarse? Claro que sí. ¿Deberíamos hacerlo? La humildad de la que hacemos casi un ritual nos indica que no. El campeonato de La Sinfónica es otro, y los objetivos de la permanencia están más que claros. Pero también está claro que este es el camino, el del perfil bajo, el de la desfachatez, el del hippie en plena Recoleta.
FIN.

El partído en números: (En reserva: La Sinfónica 2 -Zequi Lúquez y Gutiérrez- vs Los Gedes 2)



1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buen tirunfo logrado el sabado, muchachos sigan asi que esto da para soñar.
Gracias Beto por tanta magia!!