Y al 238° día perdió...

Tras casi nueve meses, La Sinfónica perdió un partido por los puntos. Ultimatum le ganó 4 a 3 y dejó sin invicto al celeste, que venía de 9 victorias y 4 empates.

Las rachas están para cortarse. Los invictos están para romperse. Los minutos de una valla invicta están para quebrarlos. Como la virginidad de una mujer. Así y tras exactamente 238 días, La Sinfónica dejó atrás esa racha que nos enorgullecía a todos pero que comenzaba a ser una mochila pesada para el plantel. Quizá no era el rival con el que uno quería perderlo. No porque haya una rivalidad irreconciliable con Ultimatum, que de hecho no la hay, sino por cómo se dio el partido y por la calidad del rival. Sin subestimar a los de blanco y negro, el celeste perdió un partido por errores propios, por fallas internas, de desorden que nada tenían que ver con el equipo del torneo pasado ni mucho menos con el que arrancó el torneo frente a La Vecchia el sábado anterior.
La derrota da mucha más bronca si tenemos en cuenta que el celeste comenzó arriba en el marcador. Encima, 2 a 0! Dos grandes definiciones de una Furia que estuvo otra vez imparable, ponía arriba a La Sinfónica y hacía parecer que el partido terminaría con sonrisas para todos. Sin embargo, a falta de un minuto para terminar ese PT, un cúmulo de errores propios, terminó con una contra y un disparo que no parecía traer inconvenientes para Alvarez Pizzo, pero que sin embargo se coló por el palo derecho del de rosa. Un 2 a 1 que hacía poner las barbas en remojo para los nuestros y que modificaba los planes para la hasta allí, tranquila tarde. Como esa tormenta repentina que se desató en menos de dos minutos mientras vos estabas tranquilo en la playita, con los pies en el agua, leyendo el Olé, y en cinco minutos tuviste que levantar campamento y modificar el plan de sol, arena y mar que tenías pensado.
En el ST, la tormenta se largó con todo. Y La Sinfónica, encima sin paraguas. Fueron 20' o 25' en los que fue todo desorden, los cambios mezclaron más las cosas y Ultimatum se puso en pocos minutos, 2 a 2. Otra vez un error propio, en una mala salida de Wallace desde el fondo, y Alvarez Pizzo la tuvo que ir a buscar otra vez adentro. Dos a dos, y más desconcierto. El celeste pudo hacer pie y Alejo Ferder quien ya se encontraba en cancha, tuvo un par de ocasiones para ponerse arriba de nuevo pero falló en la definición. "Fernandezdependientes", La Sinfónica nunca encontró la manija del partido durante todo el ST y para colmo, cuando fue a buscarlo, quedó mal parado atrás y el rival lo aprovechó. En dos contras, Ultimatum se puso 4 a 2 y casi que sentenció el partido. Con mucha verguenza deportiva, el celeste encontró el descuento con uno de Ferder, pero no había tiempo para más. El invicto ya era cosa del pasado.
Se perdió, ya está. La racha se cortó y el countdown de días y meses invictos ya no existe más. ¿Sabe una cosa? Mejor. Mejor que la mochila del invicto la hayamos colgado en la segunda fecha y no en la mitad del campeonato y el golpe pueda ser más duro. Se perdió y nada más. Una derrota que duele, es cierto, pero no mata. Duele porque se estaba ganando 2 a 0 y se lo dieron vuelta 2 - 4. Pero no mata porque fueron errores propios, corregibles, y no por una superioridad inevitable del rival. Duele porque era un rival que se conocía, que había salido detrás de La Sinfónica el año pasado, y porque en los papeles era ganable. Pero no mata porque el ánimo herido del celeste servirá para ir a enfrentar a los que vengan, con mucha más rabia y porque la derrota exige un aprendizaje donde no habrá que subestimar más a nadie, como lo han hecho con nosotros el sábado anterior. Duele porque siempre es doloroso perder. No mata... porque esto es La Sinfónica.

Arriba muchachos! Esto sigue...
FIN.

El partido en números: (En reserva: La Sinfónica 0 vs Ultimatum 0)



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