La Sinfónica empataba 1 a 1 con La Mandarina Mecánica. Arusa mandó a la cancha a todos los que volvían de las lesiones y a 5' del final Herrera puso el 2 a 1 y Quintana cerró la historia en tiempo cumplido. La Sinfónica está completa y es el nuevo puntero del campeonato.
Guión de Scorsese, dirección de Cristopher Nolan. Como si fuese una película armada desde un estudio holliwoodense, la historia del sábado salió redonda para La Sinfónica, para su técnico y para los tres muchachitos que viajaron a Garín como actores de reparto y terminaron como los protagonistas principales. Herrera, Quintana y Canteli volvían después de mucho tiempo afuera. Los rumores de un retiro prematuro de la actividad para ponerse el buzo de técnico junto a Arusa, era casi una certeza hace no más de dos semanas para el de Catamarca. Las dudas sobre la vuelta de Canteli y sus declaraciones pidiendo clemencia a los hinchas para que no olviden sus goles fueron las últimas noticias del goleador. Y Quintana, quien volvía para despedirse, ya que su visita al quirófano en el día de mañana es un hecho. Los tres volvían, los tres volvieron.
El equipo que plantó Arusa se basaba en lo tradicional, en lo cómodo desde el punto de vista de los nombres. Los que volvían, debían esperar desde afuera. Adentro, la base que viene saliendo a la cancha en las cuatro fechas que van disputadas. A la falta de un delantero de área, el que cumpliría esa función era La Furia Fernández, y en el medio la batalla sería con Casal por izquierda, Torres por el medio y Anziano por derecha. Atrás, Santiago Agejas, de buenas actuaciones, junto al vigente March. En el arco, inamovible, Alvarez Pizzo. Tras 10' en los que ambos parecieron estudiarse, comenzaron las aproximaciones del conjunto celeste con lindas combinaciones entre Fernández, que estranaba una coqueta cresta en el cabello, Casal y Anziano. A los 15' llegaría la primer alegría. Tras una buena jugada individual de La Furia, enganchó hacia adentro pisando el área grande y sacó un zurdazo inatajable que se coló en el primer palo haciendo estéril el esfuerzo del arquero rival. A partir de allí, la historia cambió. La Sinfónica se quedó y permitió agrandar al rival que se vino con lo que tenía para buscar el empate, pero sin ocasiones claras, salvo un disparo que Alvarez Pizzo sacó al córner. El partido era chato, trabado en el medio y sin mucho vértigo. Encajaba justo en la tarde gris que copaba el cielo bonaerense. Faltando 10' para terminar esa primera parte, La Mandarina Mecánica tuvo su premio, al menos, al esfuerzo. De pelota parada, y con una débil barrera celeste, el arquero de La Mandarina Mecánica pudo quebrar a Alvarez Pizzo y poner el 1 a 1. Fin de la primera parte.
En el ST, la cosa no cambió mucho. Con Quintana en la cancha desde el final del primer tiempo en lugar de Agejas, Arusa buscaba un poco más de presencia ofensiva y acompañar al solitario Fernández. A los 15', otra vuelta: la del Chango Herrera, que debutaba en este torneo, en lugar de Casal y 5' más tarde, el tercer regreso de la tarde con el goleador Canteli, ingresando por Anziano. La historia viviente de esta institución volvía escalonadamente. En lo táctico, Arusa se la jugaba. Desarmaba el medio campo y casi que partía al equipo en dos, con Fernández, Quintana, Herrera y Canteli en el frente ofensivo, y con Torres y March del otro lado de la trinchera defendiendo las arcas de Alvarez Pizzo. Arusa arriesgaba, y mucho. Más de uno en la platea se refresacaba los lentes de los anteojos para analizar si lo que sucedía era cierto. No faltó aquel que se llevó el dedo índice al parietal derecho, acusando al técnico de una supuesta locura en sus cambios. Más aun cuando Alvarez Pizzo se estiraba por los aires de Garín evitando el segundo gol del rival. Pero como se dijo al principio del relato, la película estaba hecha para Arusa y sus muchachos. Cuando faltaban 5' para terminar el match, apareció una cabeza que no estaba en los planes de nadie pero que debió haberlo estado. Como un cuento, como un héroe resucitado desde las mismas tinieblas, Herrera se alzó para conectar un gran centro de Quintana, y con la delicadeza de un cirujano coló la pelota en el ángulo derecho del arquero, que pese a su espectacular estirada no pudo evitar el segundo gol de La Sinfónica. Era Samuel frente al América de México, era David derribando a Goliat, era Leono erigiendo su espada para luchar frente a Munra. Era el Changuito volviendo a La Sinfónica. Faltaba otra escena de emoción pura. Nico Quintana que volvió para irse por un buen tiempo, se despidió con un gol propio de él, peleandola hasta el final, a pura garra para definir el partido y asegurar la victoria.
Gran triunfo. La derrota de Iveco horas antes puso a La Sinfónica en la punta del torneo. Sin pecar de falsa modestia, es sólo una anécdota, pues el camino todavía es largo. Lo positivo del sábado fueron sin dudas los felices regresos de Fede Canteli, del Chango Herrera y de Nico Quintana. Saber que están, saber que volvieron y que estarán hasta el final del torneo si el destino no quiere lo contrario. El sábado La Sinfónica recuperó tres soldados que supieron darle varias alegrías a este club y ojala se las vuelvan a dar durante este 2010. Si hasta el sábado el equipo venía bien armado, cuántas más posibilidades tendrá Arusa ahora de mejorarlo. Cuántas variantes podrá ensayar de ahora en más, en busca de diferentes planteos tácticos. La Sinfónica sigue sorprendiendo y sigue creciendo. Dentro y fuera de la cancha. Hoy La Sinfónica tiene un técnico estable, un plantel completo, numeroso y riquísimo en talento. Es puntero, sólo, tras cuatro fechas y cada vez juega mejor. Lo tiene todo. Será responsabilidad pura y exlusiva de ellos lograr mantenerse de esta manera y que la película siga siendo la que viene rodando hasta ahora.
FIN.
El partido en números
El equipo que plantó Arusa se basaba en lo tradicional, en lo cómodo desde el punto de vista de los nombres. Los que volvían, debían esperar desde afuera. Adentro, la base que viene saliendo a la cancha en las cuatro fechas que van disputadas. A la falta de un delantero de área, el que cumpliría esa función era La Furia Fernández, y en el medio la batalla sería con Casal por izquierda, Torres por el medio y Anziano por derecha. Atrás, Santiago Agejas, de buenas actuaciones, junto al vigente March. En el arco, inamovible, Alvarez Pizzo. Tras 10' en los que ambos parecieron estudiarse, comenzaron las aproximaciones del conjunto celeste con lindas combinaciones entre Fernández, que estranaba una coqueta cresta en el cabello, Casal y Anziano. A los 15' llegaría la primer alegría. Tras una buena jugada individual de La Furia, enganchó hacia adentro pisando el área grande y sacó un zurdazo inatajable que se coló en el primer palo haciendo estéril el esfuerzo del arquero rival. A partir de allí, la historia cambió. La Sinfónica se quedó y permitió agrandar al rival que se vino con lo que tenía para buscar el empate, pero sin ocasiones claras, salvo un disparo que Alvarez Pizzo sacó al córner. El partido era chato, trabado en el medio y sin mucho vértigo. Encajaba justo en la tarde gris que copaba el cielo bonaerense. Faltando 10' para terminar esa primera parte, La Mandarina Mecánica tuvo su premio, al menos, al esfuerzo. De pelota parada, y con una débil barrera celeste, el arquero de La Mandarina Mecánica pudo quebrar a Alvarez Pizzo y poner el 1 a 1. Fin de la primera parte.
En el ST, la cosa no cambió mucho. Con Quintana en la cancha desde el final del primer tiempo en lugar de Agejas, Arusa buscaba un poco más de presencia ofensiva y acompañar al solitario Fernández. A los 15', otra vuelta: la del Chango Herrera, que debutaba en este torneo, en lugar de Casal y 5' más tarde, el tercer regreso de la tarde con el goleador Canteli, ingresando por Anziano. La historia viviente de esta institución volvía escalonadamente. En lo táctico, Arusa se la jugaba. Desarmaba el medio campo y casi que partía al equipo en dos, con Fernández, Quintana, Herrera y Canteli en el frente ofensivo, y con Torres y March del otro lado de la trinchera defendiendo las arcas de Alvarez Pizzo. Arusa arriesgaba, y mucho. Más de uno en la platea se refresacaba los lentes de los anteojos para analizar si lo que sucedía era cierto. No faltó aquel que se llevó el dedo índice al parietal derecho, acusando al técnico de una supuesta locura en sus cambios. Más aun cuando Alvarez Pizzo se estiraba por los aires de Garín evitando el segundo gol del rival. Pero como se dijo al principio del relato, la película estaba hecha para Arusa y sus muchachos. Cuando faltaban 5' para terminar el match, apareció una cabeza que no estaba en los planes de nadie pero que debió haberlo estado. Como un cuento, como un héroe resucitado desde las mismas tinieblas, Herrera se alzó para conectar un gran centro de Quintana, y con la delicadeza de un cirujano coló la pelota en el ángulo derecho del arquero, que pese a su espectacular estirada no pudo evitar el segundo gol de La Sinfónica. Era Samuel frente al América de México, era David derribando a Goliat, era Leono erigiendo su espada para luchar frente a Munra. Era el Changuito volviendo a La Sinfónica. Faltaba otra escena de emoción pura. Nico Quintana que volvió para irse por un buen tiempo, se despidió con un gol propio de él, peleandola hasta el final, a pura garra para definir el partido y asegurar la victoria.
Gran triunfo. La derrota de Iveco horas antes puso a La Sinfónica en la punta del torneo. Sin pecar de falsa modestia, es sólo una anécdota, pues el camino todavía es largo. Lo positivo del sábado fueron sin dudas los felices regresos de Fede Canteli, del Chango Herrera y de Nico Quintana. Saber que están, saber que volvieron y que estarán hasta el final del torneo si el destino no quiere lo contrario. El sábado La Sinfónica recuperó tres soldados que supieron darle varias alegrías a este club y ojala se las vuelvan a dar durante este 2010. Si hasta el sábado el equipo venía bien armado, cuántas más posibilidades tendrá Arusa ahora de mejorarlo. Cuántas variantes podrá ensayar de ahora en más, en busca de diferentes planteos tácticos. La Sinfónica sigue sorprendiendo y sigue creciendo. Dentro y fuera de la cancha. Hoy La Sinfónica tiene un técnico estable, un plantel completo, numeroso y riquísimo en talento. Es puntero, sólo, tras cuatro fechas y cada vez juega mejor. Lo tiene todo. Será responsabilidad pura y exlusiva de ellos lograr mantenerse de esta manera y que la película siga siendo la que viene rodando hasta ahora.
FIN.
El partido en números
1 comentario:
....y ahora en primera, quiero festejaaar!!! gracias jugadore'...
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