No disparen!

Sin jugar bien, La Sinfónica cayó por 4 a 2 frente a La Disidente donde tres de los cuatro goles fueron con disparos desde afuera del área. Con la derrota, el celeste perdió la punta del campeonato.

Tarde de sábado. En Garín, se rodaba una inmejorable escena para reeditar el video de "No disparen!" del grupo de rock argentino Los Villanos. Salvo que en lugar de Niko Villano, líder de la banda, o Ciro Pertussi de Attaque 77, y que tambíen participó del video, el actor principal del "nuevo" rodaje esta vez hubiera sido Nacho Alvarez Pizzo, el uno de un equipo que dejó rematar a piacere durante toda la tarde a su rival. Tanto que las ¾ partes de los goles de La Disidente llegaron de dicha manera, desnudando algunas falencias del celeste que hasta aquí habían sido esporádicas. Pese a que intentó y nunca bajó los brazos, La Sinfónica cayó ante un rival superior que supo a qué jugar y que por algo hoy es el nuevo puntero del campeonato.
Hacía mucho no pasaba. El Departamento de Estadísticas aun busca en los anales del club la última vez que La Sinfónica arranca con un 0 - 3 abajo. O más aun, cuándo habrá sido el último partido en el que al celeste le convierten tres pepas en 10' o en un mismo tiempo. Seguramente, mucho tiempo atrás. En una ráfaga, La Disidente se puso en ventaja de tres, y aunque se intentó, la cuesta arriba se hizo muy difícil de torcer. Pese a que los primeros 10' fueron parejos, y donde Canteli, Fernández y March tuvieron ocasiones claras (este último una increíble que se estrelló en el palo), La Disidente encontró el primero con un sablazo intajable casi sin ángulo, desde el costado derecho del área. El segundo sería otro disparo lejano, esta vez desde la izquierda, que parecía tener otro destino pero sin embargo se coló en el palo derecho del Alvarez Pizzo. El tercero, enseguidita nomás, tras una infantil desconcentración en el área celeste y en un córner, todos miraron menos el delantero rival que entró sin pedir permiso y puso el 3 a 0. Así de fácil, así de concreto, el rival casi que liquidaba el partido, mientras que La Sinfónica seguía mirando lo que ocurría. Cuando se terminaba esa fatídica primera parte, tiro libre para los nuestros y un derechazo sin anestesia de La Furia Fernández para descontar y abrir la puerta de la esperanza para lo que vendría: el ST.
El entretiempo fue el momento para los cambios. A la cancha Herrera, Ferder y Casal, quien por primera vez arrancaba desde el banco de los suplentes por decisiones meramente tácticas, en reemplazo de Anziano, Canteli y Agejas respectivamente. Algo cambió, pero no lo suficiente para dar vuelta la historia. Para colmo, a poco de comenzar el ST, La Disidente cargó otra vez el arma y disparó contra Alvarez Pizzo, poniendo el cuarto gol, y casi que sentenciaba la historia. Quizás allí se vio lo mejorcito de La Sinfónica, no en el juego, sino en la actitud de dar vuelta la diferencia. Idealista y hasta quizás ingenuo, nunca dejó de ir en busca de un descuento que aliviane al menos el dolor de la cicatriz que causaban los cuatro goles o de un heroico y hasta utópico empate. March fue el encargado de encender la mecha para el milagro que finalmente no ocurrió, pese a que tuvieron varias ocasiones para poder lograrlo.
Se perdió, punto. Enfrente, un rival que supo siempre lo que vino a buscar y que tenía como objetivo bajar al entonces puntero del campeonato. Un rival que fue superior y que ganó claramente. De este lado, un equipo que se vio superado pero que se fue con la frente alta, confiado en que se dejó todo, aunque se sabe que siempre se puede dar más. Quizás haya faltado esa cuota extra que hace ganar los partidos más difíciles. Este no fue el caso. Siempre duele perder, es cierto, pero más deberá doler la derrota frente a Ultimatum, un equipo que deambula por los últimos puestos y que el único triunfo que obtuvo fue ante los nuestros. De la misma manera que se olvidó aquel partido, debemos olvidar éste, que al mismo tiempo debe servir como un cachetazo que devuelva a la realidad a un equipo que lleva sólo cinco fechas en la categoría, y que subió con otras aspiraciones. Esto no quiere decir que el haber sido punteros durante las últimas dos semanas haya sido fruto de la imaginación, pero es bueno a veces recordar dónde se está parado y quiénes somos. El del sábado es el verdadero nivel de la categoría, y al que habrá que encontrarle la vuelta para vencer. Jugando bien, las chances de alcanzar esa superación serán mayores; logrando esa segunda cuota de esfuerzo que se le reclamó al equipo el último sábado, no habrá quien pueda con La Sinfónica, pues aun depende de nosotros.
FIN.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

El arquero la figura si se comio 4 pepas, estamos todos locoosss!!!

Anónimo dijo...

basta de arusa...
adolfo volvé...