No lo den por muerto

La Sinfo no pudo frente al duro Don Bosco y ahora deberá esperar y sacar cuentas en la última fecha para ver si zafa de la promo. Las derrotas de Los Gedes y Fantasía en primer turno le dieron un halo de esperanza al celeste, que además, zafó del descenso directo. Ah, ¿el partido? Fue 7-3 para los de rojo.

Nada que hacer. La parada era difícil y así fue. Frente a un equipo que sólo perdió un partido en dos años, el celeste luchó hasta donde pudo y con las armas que tiene a su alcance pero que no bastan para abatir a un rival que se conoce de memoria, brilla en lo físico y sabe a qué juega. Enfrente, una Sinfónica con la tentación de ganar tras la noticia de las derrotas de  Los Gedes y Fantasía, pero no veía con malos ojos el empate. Con esa duda salió a la cancha y la demostró durante el partido. Peligrosamente salió a jugarle de igual a igual, y a los 15' ya perdía 0 - 3. Con mucha vergüenza deportiva, y con un resultado que ya parecía irremontable, curiosamente apareció la mejor cara de La Sinfo, con llegadas claras y tres pelotas que dieron en los palos.
Con el inicio del ST, el gol que se le negó en la primera mitad, llegó en los pies de Nico Quintana, en la que que quizás fue la mejor jugada del celeste en todo el partido: desborde de Anziano, centro atrás y gol del goleador de La Sinfónica. Los goles que parecían tan lejanos, se acercaban a sólo dos a los 5' de la segunda parte. Era el mejor momento del celeste, pero cuando la suerte no ayuda, se evidencia. Del saque en el medio tras el gol de Quintana, ataque de los de rojo, disparo de larga distancia, error de Arusa y 1-4. ¿Culo de campeón? Puede ser. Lo cierto es que el cuarto fue la puñalada final a sólo 6' del inicio de esa segunda parte. La Sinfónica sintió el golpe y recibió tres masazos más para alargar la distancia a seis goles. Goles eran los que habían que descontar, pues los puntos ya no importaban, sino que ahora lo relevante era acortar la distancia y descontar una diferencia de goles que perjudicaría bastante para lo que viene. El plan era riesgoso: salir a buscar algún descuento pero sin que esa distancia se alargue aún más. Con mucho amor propio, el celeste fue en busca de goles que sean salvavidas en la  última fecha y el negocio salió bien. O no tan caro. Dos penales a Nico Quintana que el rubio los convirtió en goles, acortaron a cuatro un partido que había terminado hacía rato.
Ojalá que el final del campeonato sea una analogía de lo ocurrido en los minutos finales del partido del sábado. No por el resultado, obviamente, pero si recordamos que La Sinfónica en las primeras cinco fechas de este torneo había se encontraba anteúltimo con cuatro derrotas y un empate y con el descenso directo casi como único destino, hoy, a una fecha del final ya se olvidó desde la anterior de los últimos dos puestos y está con grandes chances de escaparle a los dos de la promoción. Como el último sábado frente a Don Bosco, cuando una goleada histórica parecía inevitable, La Sinfo sacó la vergüenza y la humildad que la caracteriza, y descontó para evitarla. Quien te dice, esos dos goles de Quintana terminen siendo los goles del campeonato para esta Sinfónica, que todavía, no está muerta...


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