De frente: "Sin ascenso, consenso"

Día gris para La Sinfónica. El sueño / objetivo llamado ascenso se esfumó en la tarde-noche de sábado tras un duro empate y esa famosa y antipática ventaja deportiva. Se terminó el primer semestre de La Sinfónica en once y el objetivo no se cumplió. Sí habremos de tildar otros puntos del cuestionarios, como el hecho de haber presentado siempre un equipo en cancha pese a las ausencias, o el de haber acentuado los vínculos con nuevos amigos. Pero el ascenso se nos esfumó y nos quedamos en la puerta en una categoría que, modestia aparte, a una Sinfónica completa, concentrada y por sobretodo comprometida, le tendría que haber quedado chica. Hay un equipazo, pero falta mostrarlo. Hay jugadores, pero falta que se encuentren juntos dentro de la cancha durante al menos dos sábados seguidos. Hay amigos, por eso hay esperanza.
Nunca nos caracterizamos por buscar excusas, y mucho menos por hacer leña del árbol caído. Las primeras, aunque quisiéramos buscarlas, no las hay: perdimos sólo por nosotros. Dentro y fuera de la cancha las cosas no se hicieron del todo bien como para conseguir el objetivo planteado. No hubieron árbitros, ni rivales, ni climas, ni sedes, ni horarios que nos pudieron haber perjudicado. ¿Un viaje? ¿Ausencias? Todo responsabilidad nuestra. Por otro lado, si bien el árbol no cayó, el tronco tiene una herida grande y habrá que reconstruirlo para que no caiga, pero como dijimos arriba, no haremos leña de él. No es nuestra costumbre. Miremos para adelante. Lo que (no) pasó, ya es parte del pasado, por más que hayan pasado sólo 3 días. Pensemos en las buenas, en las que hicimos bien o en las que se pueden mejorar. O vamos a los números: rápido, la primer estadística que arroja el torneo realizado por el celeste muestra que si bien se obtuvieron el 50% de los puntos y se perdieron 3 partidos de 10, La Sinfónica nunca perdió con el plantel completo y hasta lideró las primeras tres fechas de manera invicta con dos goleadas incluidas. El promedio de gol por partido es enorme (2,5) con 25 tantos en sólo 10 fechas y repartidos entre también diez nombres. No miremos lo malo, no sirve. Quedémonos con las buenas actitudes como la de Cristian el último sábado viniendo a jugar junto a su hermano mientras su familia pasa un mal momento y no debían haber estado en San Sebastián; o como la de Nicolás, que, enfermo, se calzó los botines igual para que La Sinfónica no llegue con la cantidad justa de jugadores. Esas son las buenas y las que debemos aprender, aprehender y contagiar. Lo malo, sólo corregirlo y pensar en lo que viene, pues ahí está la clave: pensar en qué se quiere hacer y en cómo seguir. Consensuar una misma idea y perseguirla hasta alcanzarla. Material y ganas hay. Amigos, también... 


Uno x uno

- Pablo Pittera (4,5): Inseguro, lo encontró desprevenido el primer gol y confundido en el segundo. Siempre un SI cuando se lo necesita. ¡Gracias Rasta!

- Guillermo Casal (4): Sufrió al N°10 rival y nunca pudo ser salida.

- Julián Santamarina (6): De lo mejorcito de una defensa que no tuvo una buena tarde. Sacó mucho de arriba y mantuvo la voz en alto.

- Facundo March (4): Le tocó un peso pesado con el N°9 rival y perdió el duelo.

- Juan Anziano (4): Nunca pudo explotar su costado. Flojo en la marca en sintonía con el resto de la defensa.

- Matías Neira (4): Nunca se encontró en la cancha. En el ST, se cortó de 9 y se desconectó del resto.

- Cristian Torres (4,5): No pudo acompañar a Chango en la creación. En lo defensivo perdió más de lo que ganó. Se fue expulsado por doble amarilla tras una protesta. Gracias por haber venido...

- Andrés Torres (6): En el podio del celeste. Personalidad, garra y muy bien de arriba. ¡Gracias por venir Cuito!

- Emilio Herrera (8): Fue lo único de fútbol de La Sinfónica en toda la tarde. Muy sólo, se la rebuscó para llevar peligro al área rival. Le pegaron toda la tarde y nunca reaccionó. Si la largase antes...

- Juan Carrasco (6,5): Lo mejor lo tuvo en defensa durante el ST. Sacrificado, jugó de todo en la última parte y con el equipo con diez. Se fue muy caliente...

- Federico Canteli (8): Le basta con tocar dos pelotas y convertir dos goles para demostrar que siempre está. Temple en el primero de penal, y delicia en el segundo para despertar la esperanza.

- Matías Calandrelli (5): Incisivo, encaró siempre.

- Nicolás Quintana (5): Puro corazón. Enfermo, vino igual para que el equipo no se quede con uno menos. A imitarlo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

vamos sinfooo!!
Del goleador no comments!! este pibe es crack enserio!