Nunca más


La Sinfónica tiene la facultad de llevarte de la ilusión y deleite de su juego, a cambiarte el humor al otro sábado. El consuelo es que todavía seguimos prendidos arriba. Hoy se jugó mal y se cometieron errores de esos que siempre criticamos y repudiamos. Actuaciones como las de este sábado son las que no deben ocurrir si queremos ser campeones. Estamos a tiempo de cambiarlo y hay que hacerlo ya. Parecía en los papeles un partido accesible pero sabemos que para este equipo no hay nada accesible y lo demostró hoy con la pésima y merecida derrota que recibimos frente a Mondongo, un rival que nos superó en todas las líneas, que nos sacó del partido y que nos dio una lección de cómo se debe jugar al fútbol con un jugador menos. Era un buen partido para seguir arriba, sin embargo, no se jugó como tal. La Sinfónica volvió a tener los problemas de generación de juego que hace mucho no tenia. Nuestro fútbol y el sistema defensivo no pesó. O no lo hubo. Como consecuencia: nerviosismo, malos gestos, insultos y demás improperios que hoy sobraron en los nuestros. La película esta vez tuvo otro final, tal vez porque el protagonista no demostró lo que fue las fechas anteriores. No podemos regalar nada. Supongo (y esperemos) que La Sinfónica juegue con otra determinación los partidos siguientes. Lo de este sábado no se puede repetir. Se perdió una batalla, pero no la guerra aún se sigue luchando. Si se quiere ser campeón no se deben cometer los errores cometidos. Hay fútbol, hay jugadores, hay técnico. No hay que caerse y hay que darle para adelante más que nunca. Somos La Sinfónica y vamos a tener un buen final. Si realmente lo queremos, podemos, pero cómo el sábado, nunca más.
FM


Uno x uno

- Rasta: La primera que le llegan se la clavan de un tiro libre sin nada que hacer. No tuvo su mejor tarde: le llegaron ocho veces y le metieron cinco goles. No tuvo responsabilidad en ninguno pero tampoco pudo evitarlos.   

- Facundo March: Muy flojo. Como capitán en reemplazo de Casal, de su protesta nace el primer gol del rival. Muy impreciso y nervioso como en los viejos tiempos, discutió con sus compañeros, no se conectó con sus defensores y volvió a ver una amarilla por hablar. Reapareció ese que no queremos. El equipo necesita el de los partidos anteriores. 

- Julián Santamarina: No pudo suplantar al capitán ausente y se lo vio muy nervioso. Entró en el juego rival y no supo ser la salida por su andarivel. En la mediocridad del resto.

- Juan Anziano: Mal por su punta, no pudo frenar a los delanteros rivales. Luego Daud lo puso de 5 y trató de ser la manija del equipo. Convirtió el descuento pero nada más que eso. Tomó malas decisiones en el ultimo pase.

- Emilio Herrera: Quiso ser el que genera fútbol pero estuvo sólo, impreciso y nervioso al ver que no le salía ninguna. Buscó mucho el arco de enfrente pero el palo le dijo que no. Intentó sin éxito buscarse con Canteli y Quintana.

- Nicolás Quintana: Otro al que se lo vio muy nervioso (raro en él). Esta vez pecó de individualista y quiso terminar todas las jugadas. Pierde las pelotas en el cuarto y quinto gol rival. En ofensiva, tuvo mala suerte: el palo y el arquero le sacaron todo. De tanto insistir tuvo su premio y marcó el último tanto celeste.

- Federico Canteli: Muy flojo. No aguantó ninguna y se lo vio impreciso. Las que ganaba las regalaba al rival, en el resto, lo anticiparon. Se lo vio muy decaído. Tiene que levantar porque La Sinfónica lo necesita más que nunca. Arriba goleador…

- Ignacio Álvarez Pizzo: Entró en el ST y mucho no pudo hacer. Bailó con las más fea al marcar al buen delantero rival e hizo lo que pudo. Tomó malas decisiones a la hora de dar el ultimo pase tirando pelotazos sin sentido.

- Ramón Ródenas: Entró a los 10' del ST, manejó la pelota y trató de jugar limpio pero no pudo hacer mucho. Erró más de lo que acertó y redondeó un flojo partido como el resto del equipo. En ataque, no encontró los huecos para dar el pase claro.

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