Tarde Negra

Con camiseta negra y un cielo oscuro, La Sinfónica ganaba 2 a 0 y lo perdió 3 a 2. Tres amonestados, discusiones, descontrol y la punta a cuatro puntos de distancia. Una tarde para el olvido. Un futuro incierto. Si, una tarde negra.

De punta en... negro salió La Sinfónica a la cancha. Rara camiseta alternativa utilizó el (¿ex?) celeste para enfrentar a Tendencia, en una tarde que arrancó mal desde el comienzo. Como le ocurrió a Caruso Lombardi el fin de semana pasado horas antes de enfrentar a Boca, Adolfo despertó en la concentración con las malas noticias del estado gripal de Nico Quintana y Guille Vaccaro. En reemplazo de ellos, se vió obligado a citar de urgencia a dos juveniles como Andrés Torres (hermano de Cristian) y Juan Cruz Gamuza Rivas. Tras el arribo del plantel al complejo de Areia, la otra mala nueva de la tarde: el utilero no logró reunir el juego de camisetas titular y había que hacer debutar al nuevo modelo de camisetas: todas negras. ¿Sería un presajio? El partido comenzó bien para los nuestros. De hecho parecía un trámite cuando a los 20' del PT, La Sinfónica ganaba 2 a 0 con un golazo de Casal desde afuera del área y otro de Canteli tras un rebote del arquero. Eso fue lo último. Tras el gol del Pájaro, La Sinfónica desapareció de la cancha. Cuando restaban pocos minutos para el final del PT, llegó el descuento de Tendencia con un golazo de tiro libre. Era 2 a 1 y el descanso, que para esa altura era una lata de Pepsi bien helada un domingo 3 de la tarde en el desierto de Kalahari, al sudeste de Namibia. La Sinfónica jugaba mal y la pasaba peor. Tras el descanso y dos cambios como los de Gamuza por Canteli y de Torres Jr. por su hermano Crastan, la cosa no cambió. Si bien se tuvo la pelota más que antes, las mejores las tenía Tendencia. El estado de nervios le ganó por goleada a los nuestros. Discusiones varias e inútiles, todas tenían por epicentro a Facundo March, quien desde hacía rato tenía un duelo paralelo con el árbitro, que si bien su pésimo desempeño merece un capítulo aparte, hay que reconocer que no tuvo incidencia alguna en el resultado. A los 15', el comienzo del fin. El empate llegó y otra vez de tiro libre. Vuelven a la cancha Cristian Torres y Fede Canteli pero nada pudieron hacer para cambiar la historia. A los 20' penal para Tendencia. Más descontrol, más protestas y más amarillas. Sin embargo, el destino le hacía un guiño a La Sinfónica y Nacho Álvarez Pizzo tapaba el penal de manera espectacular. Una tenue luz de esperanza se encendía para el celeste pero que 10' después, el rival se encargaría de apagar con la simpleza con que tocás el interruptor del velador de tu mesita de luz antes de acostarte. No hay caso, todo lo que arranca torcido debe terminar de la misma manera. Faltando 5' para el final, La Sinfónica pierde una pelota en el medio y de contra, si, otra vez de contra como el partido anterior, lo pierde. Era 3 a 2 y cosa juzgada.
Se perdió un partido clave. Por el resultado, por ir ganando 2 a 0 y perderlo, por el rival que tan sólo tenía 2 victorias y no peleaba el campeonato, porque había que recuperarse de la derrota del partido pasado, porque en la cancha de al lado jugaban La Hermana y Shithead, porque dependía sólo de La Sinfónica, porque había que ganar... ¿Qué pasa con La Sinfónica? ¿Es sólo un mal momento o todo lo anterior fue un suspiro? ¿Cuál es el verdadero equipo, el que hace un mes goleaba a sus rivales o este que juega sin ideas y juega más contra el árbitro que con el rival de enfrente? ¿Dónde está la Furia? ¿Qué pasó con la garra de Willy atrás? ¿Donde quedó el liderazgo de Facundo? ¿Quién le sacó los goles a este equipo? Son preguntas que sólo ellos deben responder y responderse. Para despejar cualquier fantasma, para que no haya otra tarde negra y para que lo del sábado sea sólo una anécdota.

La Sinfónica 2 vs. Tendencia 3: el partido en números

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Comentario del que escribe: Saliendo de la formalidad de lo informal del blog, aprovecho el espacio para hablar y manifestar mi opinión. A ustedes, a mí, a todos: vamos muchachos, somos nosotros y nadie más. Si llegamos hasta acá por algo fue. No perdamos justo ahora el compromiso que veníamos trayendo. Bajamos los brazos quince días y lo pagamos caro. No seamos boludos. Necesitamos más compromiso de TODOS, en TODO. Desde cuidar las camisetas, hasta avisar si uno está enfermo y no puede ir. Desde avisar quien lleva o no el auto, hasta colaborar en llamar a otro para reemplazar a los que no puedan ir. No es sólo sacar bien un lateral o tirar bien un centro. TODO es importante y es menester de TODOS. Son esas pequeñas boludeces que hacen que después peleemos el campeonato. Es un TODO, de TODOS. Quedan cinco partidos y depende nada más que de nosotros. Que vuelvan las ganas de hace un mes, que vuelva la ansiedad de que llegue el sábado, de ganar y del lunes mirar la tabla y vernos punteros, que vuelva la responsabilidad, que vuelva la motivación de hace no mucho, que vuelvan los mails... y que vuelva Carlos, que vuelva ya...! No, en serio, fuera de broma. Depende sólo de nosotros. Es ponerse las pilas y COMPROMETERSE... un poco más. Ya van tres veces que nombro la palabra COMPROMISO y por algo será que no sale otra. Seamos vivos. Estamos a tiempo todavía, es cierto, pero tampoco creamos que queda mucho. Es ahora o nunca. Pongamos algo de cada uno para que sea AHORA...

W.
FIN.