Changock

Chango épico. Herrera se volvió a vestir de superhéroe y en el primer minuto de descuento, corrió más de 20 mts y definió con clase para sacar al celeste de la promoción. Ah, también había empatado con una delicia de tiro libre. ¿Hancock? No, Changock.

El muchachito de la película por estas horas está siendo él. Lo fue el sábado anterior siendo la figura del partido, y anotando uno de los tantos en el empate frente a Los Gedes, en lo que había sido hasta entonces su mejor rendimiento en el torneo. Emilio Herrera, tuvo otra de esas tardes que quedarán en su recuerdo y en el de los hinchas del celeste, como aquellas de 2009 cuando La Sinfo gritó campeón o en esas epopeyas escritas con su pie derecho en tantos goles en los minutos finales.
La gesta del sábado sirvió y vaya cuanto. La Sinfónica se jugaba mucho más que tres puntos frente a un rival que de triunfar, se escapaba de esos temidos últimos cuatro puestos, mientras que el celeste casi que quedaría condenado a conformarse con las posiciones de promoción y zafar de las de descenso directo. No había otra forma. Era ganar y como sea. Pero en el 'como sea', el celeste abusó de las arritmias de sus hinchas y otra vez, regaló un partido no apto para cardíacos. Por séptima vez en nueve partidos, el celeste arranca abajo en el resultado. Luego de un gran primer tiempo, con un gran despliegue por los costados de los laterales Agejas (que volvía luego de 9 meses) y de Alonso, cada vez más asentado; con rebeldías tácticas de Herrera y Torres que burlaban la férrea defensa rival; y un Quintana que parecía estar encendido, La Sinfónica tuvo no menos de diez situaciones claras de gol, convirtiendo al uno rival en la figura de esa primera mitad. Algunas errores en el fondo requirieron de los buenos reflejos de Arusa, hoy más atento que nunca, para salvar dos mano a mano claros que tuvieron los de celeste furioso. Más allá de esas pequeñas desatenciones, el gol de La Sinfónica se veía venir. Pareció tenerlo Nico Quintana, pero el poste se lo negó luego de una buena jugada colectiva. Anziano reemplazaba a Agejas, y con este último se iba la primera ovación de la tarde para un tipo que la luchó, perserveró y tras nueve meses venció por segunda vez una rotura de ligamentos. Las esperanzas de lograr el primer tanto se desvanecieron cuando en un error defensivo, el nueve rival apareció sólo frente a Arusa para sentenciarlo de cabeza, en el final de primer tiempo. Otra vez los fantasmas empezaban a revolotear.
En el ST,  La Sinfónica sabía que manteniendo lo hecho en el primer tiempo, y corrigiendo los errores defensivos, el empate era cuestión de paciencia. Y así fue. Justamente con la paciencia de un artesano, Emilio Herrera colgó un tiro libre que parecía lejano en el palo derecho del buen arquero rival, y empató un partido que La Sinfo no merecía perderlo. En seguida nomás, el celeste aprovechó el envión del empate, y de la mano de un Herrera que contagió a todos, Nico Quintana durmió a toda la defensa rival en un córner y tras un centro-pase del propio Chango, tocó al gol para poner el 2 a 1. En menos de 10', el celeste despejó las dudas y ganó en confianza para ir en busca de la definición del partido. Pero el legado del celeste marca a fuego que el sufrir debe ser una de las estaciones ineludibles en el tren de la historia del club. Tras una buena jugada de pelota parada en la que los nuestros durmieron, un débil remate pasó entre mil piernas y se coló casi en cámara lenta en el rincón derecho de Arusa para el 2 a 2. Baldazo de agua helada en la ya gélida tarde de Areia para La Sinfónica, que a esa altura atravesaba su mejor momento pero sin poder definir el pleito. Para colmo, Quintana pedía el cambio tras un durísimo choque que lo sacó del partido, y en su reemplazo volvía un pedazo de la historia del club. Muy lejos de su plenitud física, pero con un currículúm inalterable, Federico Canteli reaparecía tras más de un mes de ausencias, y en el momento más caliente del partido. Con el partido emparejado y un futuro incierto, los resultados de Los Gedes y Volando Deluxe, repercutían en las preocupaciones de todos en La Sinfónica. El empate no servía, por lo que para sorpresa de muchos, Torres dejaba la cancha para el reingreso de Nicolás Quintana (ya recuperado), en una clara actitud ofensiva, dejando como único mediocampista central a Juan Anziano y una defensa de dos hombres con Facundo March e Ignacio Alonso. Arriba, todas las esperanzas depositadas en el tridente ofensivo Canteli - Herrera - Quintana. Si el empate de No Levanta Más fue un balde, un tanque del tamaño del que se encuentra en Gral. Paz y Constituyentes cayó cuando tras una contra rival, los delanteros de celeste aprovecharon los espacios que dejaba la actitud ofensiva de La Sinfo y tras un rebote en Arusa, el partido se ponía 2 - 3 a 10' del final. Si La Sinfónica se la jugó con el partido empatado, qué decir con la derrota. Con la misma presión en ataque, los tres delanteros y un poco más de orden, La Sinfónica mostró su mejor cara en los 7' finales. A los 31', la vigencia de un Canteli inoxidable, aprovechó una buena jugada individual de Facundo March, y de puntín y a lo goleador, metió el ansiado empate para demostrar que el 'Pájaro' está de vuelta. Pero no fue todo. Al peso de la historia le quedaban unos kilos en la tarde, y otra vez, Emilio Herrera, tomó un pase de Nico Quintana justo antes del círculo central a la salida de un córner para el rival, y sin marca por delante, corrió más de 25 metros con pelota dominada y como si las piernas no pesaran por la presión del momento ni por los 37' que marcaba el reloj, definió con clase para lograr una victoria más que importante y otra vez, épica.
Nos tiene acostumbrados. Varios de los 23 goles en 32 partidos que tiene el 'Chango' Herrera en La Sinfónica fueron vitales desde la importancia y desde lo definitorio por ser convertidos en los últimos minutos de partido. A fuerza de actitud, buen juego y actitudes y goles como los del sábado, Herrera se convirtió en uno de los pilares de este equipo y a la ya conocida base de históricos, 'Chango' hoy es una de sus columnas principales, sobretodo en un equipo que  no define los partidos y parece estar condenado al sufrimiento, en el que incluso parece estar cómodo. O confiado, por tener tipos como Herrera que demuestra aparecer en las díficiles y que cuando todos duermen, él aparece. Sí, como un superhéroe.

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