Pásenlo a nafta

Sin acelerar, Iveco goleó 0-4 a una Sinfónica que jugó el peor partido del año. Los del camión del Fútbol para Todos desnudaron los horrores defensivos del celeste que ni siquiera da dos pases seguidos. La ruta aun es larga, pero ¿queda combustible?

March falla otro tiro libre.
¡Qué feo juega La Sinfónica! Cuán lejos quedó ese buen fútbol que desparramaba el celeste fuera cual fuera el resultado, pero que seducía a propios y extraños. Si bien es cierto que este equipo no sabe de pelear campeonatos en la máxima categoría, no es menos verdadero que el celeste siempre quiso. Y ahí está la cuestión. Más allá que los resultados no suelen acompañar seguido, La Sinfónica se caracterizó por el intentar siempre, por querer, por mirar siempre hacia el arco contrario. Algunos dirán que es arrogancia, por querer pretender más allá de donde las capacidades y posibilidades propias alcanzan. Otros, en cambio, dirán que se trata de una filosofía. Errados o acertados, el hecho es que el celeste siempre va en busca de un resultado y con las más nobles armas futboleras, como el buen juego y la pelota en el piso. De nuevo, los resultados no acompañan tanto, y ni así el equipo modifica su ideología... Pero el sábado último la cara fue otra. O una revolución interna cambió las ideas que cimentaban esa ideología o sucede algo que no se entiende o sólo entenderán los propios jugadores. Ni un pase acertado a un compañero, ni una idea de mitad de cancha hacia adelante, un espanto lo que se 'marca' en el fondo, mientras que la mitad de cancha brilla por su ausencia. Errores infantiles como olvidar las marcas en un ¡lateral! o perderlas en un tiro de esquina, y ni hablar de la ineficacia a la hora de patear al arco sin siquiera acertarle al perímetro que ocupa el arco rival como para que el uno rival se transforme en figura. Nada. La Sinfónica el sábado fue la nada misma y se llevó cuatro goles en contra pues enfrente no estaba ningún equipo poderoso ni mucho menos. Sin quitarle méritos al rival, La Sinfónica cayó esfuerzos propios.
No nos gusta hacer leña del árbol caído ni golpear a nadie que esté tirado en el suelo, pero esta es la única manera de hacer sentir algo de repudio al pobrísimo nivel demostrado el último sábado, siendo por lejos, el peor partido que se le ha visto a este equipo. Y que quede claro: esto no es una cuestión de actitud como canta nuestro Fito Páez, pues no nos quedan dudas que la actitud está, y es algo innato en los nueve nombres que componen La Sinfónica este campeonato. Esto es simplemente jugar a la pelota, dársela a un compañero, disfrutar de dos pases seguidos en una misma jugada, generar situaciones, quitarle la pelota al rival sin cometer infracciones, que un córner a favor vuelva a ser una jugada de peligro y que uno en contra no equivalga a un penal, que un saque de arco sea una manera de volver a tener la pelota y no el aperitivo a un ataque rival. Se pide tan sólo eso. Fútbol. A cargar pilas, remojar barbas, cargar combustible, reflexionar... Se sabe que se puede y es cuestión de un chispazo para encender la mecha. Ustedes pueden, ustedes saben.



1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENA NO TA CORTA CONCISA Y DICIENDO LA MERA VERDAD.... A LEVANTAR CABEZA O SINO VAN A VOLAR...