De frente: "¿Duele?"

Fede Canteli intenta zafar de la marca del rival.

Duele, claro que duele... Si hasta hace una semana atrás éramos 15 nenes soñando con dar la vuelta, la primera en once, y esperábamos ponerle la frutilla a un gran primer semestre de vida, con un equipo que recién armado, se pareció más a un grupo que desde hace años juega junto.

Duele, claro que duele, cuando nos quedamos con la sensación que justo en el partido definitorio nos vinimos a olvidar el fútbol en casa, y que quizás con un poco más de juego, o tan sólo con fútbol, la historia hubiese sido distinta.

Duele, claro que duele, y va a seguir doliendo... En siete años de La Sinfónica, esta es la primera vez en la que escribimos tras una final perdida. Pasaron descensos, goleadas enormes en contra, pasamos NorthChamp y hasta nos echaron del torneo que sentíamos nuestra casa, pero nunca, nunca habíamos perdido una final de campeonato... Y acá estamos: ya pasaron cinco días y aún está el recuerdo de lo que pudo haber sido, el reproche mental de si se pudo haber hecho más o el repaso de alguna jugada en particular. Cinco días en los que no hubieron ni ganas de sentarse a escribir estas líneas ni de inventar algo nuevo, pero que salen sólas desde el dolor de la derrota, un estadío que ya conocíamos pero no en estas formas. El sábado le conocimos otra cara al rostro antipático del dolor que genera un partido de fútbol perdido, una sensación que seguramente no hubiésemos querido conocer nunca, pero que mal no viene estar atravesándola. Un dolor que sirve para poner en remojo algo más que las camisetas y saber que el corregir de los errores que ya conocemos, la historia será distinta y el futuro será más que provisorio. 

La Sinfo está en ascenso, y la referencia no es precisamente por la llegada a una nueva categoría. La Sinfo asciende el nivel y la vara de exigencia, y de a poco se está empezando a acostumbrar a las buenas, a la pelea arriba y la derrota del sábado es una muestra de ello. Los números son fríos por naturaleza, y esta semana hasta serán helados, pero nunca mienten: mientras que hasta no hace mucho navegábamos por las sombras de una mitad de tabla en fútbol siete, en el último año y medio, La Sinfo sacó el 71% de los puntos y sólo perdió cinco partidos, ascendimos post-mortem en NorthChamp, salimos campeones en Areia y hoy mordemos la bronca de un subcampeonato en Alto Nono. Está claro que La Sinfo viene creciendo, y es ahora cuando hay que empujar más que nunca para que lo siga haciendo. Recursos humanos no nos faltan, y no nos cansaremos de repetir que armamos (y lo seguiremos haciendo) un plantel de buenos tipos, gente amiga y comprometida genuina e incondicionalmente con la causa, en el que seguramente será el laurel más importante de este semestre, además de la valla menos vencida. Mantengamos el rumbo Sinfo, seguramente lo mejor está por venir.

¿Duele? Mucho. Pero más que nunca, tendremos revancha.

Hasta el próximo torneo...

Uno x uno

- Tomás Membrives: regular partido, podría haber salido en el primer gol.

- Guillermo Casal: irregular actuación, alternó buenas y malas.

- Andrés Torres: el mejor. Rindió en su puesto y no lo pasaron nunca.

- Julián Santamarina: Salió lesionado muy temprano.

- Facundo March: Su peor partido en el campeonato: lo volvieron loco por su lateral. Foul innecesario, y gol del rival.

- Emilio Herrera: mucha actitud pero nada de fútbol. Perdió casi todas las pelotas que le llegaron.

- Cristian Torres: floja actuación, nunca hizo pie en el medio y muy impreciso.

- Diego Marin: su peor partido: para sorpresa de todos, regaló muchas pelotas y estuvo perdido en el medio.

- Ignacio Alvarez Pizzo: similar a lo de Casal: hizo buenas y malas tanto de volante como de lateral.

- Nicolás Quintana: muy bien marcado. A pesar de ello se las ingenió para generar peligro en el arco de enfrente.

- Federico Canteli: puras ganas y sacrificio pero no pudo hacer nada. Jamás le llegó la pelota limpia.

- Adolfo Buenader: lo dejó todo, cerrando un gran campeonato. En el partido tuvo un rendimiento bajo.

- Juan Anziano: muy impreciso, le faltó abrir el juego.

- Ramón Ródenas: intentó con fútbol pero quedaron en ganas, impreciso como el resto.

- Santiago Agejas: jugó poco y no pudo hacer mucho, sólo una patada para el recuerdo.